¿Una Democracia para todos?.*
A pesar de que el encabezado sea una redundancia conceptual, es pura intencionalidad manifiesta a los fines de entender esta democracia argentina que con sus 25 años recién cumplidos sigue siendo el gobierno del pueblo.
Los griegos acuñaron el termino en la antigüedad, la que muchos llamaron la Atenas de la época de oro, y su representante principal fue Pericles.
Los griegos, creían en la democracia como sistema para organizar su comunidad. El eje era, el pueblo que votaba en una asamblea popular, su fundamento, la igualdad de los hombres libres. Pero no todos los hombres que vivían en Atenas podían ejercer su derecho para influir en los asuntos públicos, es decir no todos eran iguales y libres, las mujeres y los esclavos no tenían incidencia alguna en los asuntos de gobierno.
Hacer mención a estas cuestiones que muchos saben y quizás a otros les resulte aburrido, tiene un sentido en este articulo y en el análisis político general sobre nuestra democracia.
En mi opinión, la Democracia como un sistema integrado que garantiza la alternancia de los partidos políticos en el gobierno, la libertad de expresión, el sufragio universal y periódico, las reglas de juego de mayorías y minorías, etc. es por demás aceptable a otros sistemas, o por lo menos la mayoría esta de acuerdo con esta afirmación, pero al no ser perfecto, es blanco de muchas críticas.
En primer lugar, nuestras instituciones democráticas son muy débiles, y los ciclos de colapsos en nuestro país fueron el indicador principal para entender de que los fundamentos del deber ser democrático no son más que una ficción. Si yo tendría que definir en la actualidad nuestro sistema, lo haría de la siguiente manera: es un sistema que permite, la acumulación desmedida de poder político, la concentración del pensamiento único, la llanura fascista que impide que el consenso sea acompañado del disenso, la posibilidad de que todos opinemos de tal forma que podamos incidir en los asuntos para cambiarlos a partir del beneficio o interés personal, la inexistencia de lazos comunes para contener las demandas sociales, la existencia de una minúscula población que opina sobre la realidad política, social y económica, pero sin hacer uso de la ley de gravedad, vale decir, con el impedimento físico, de que las ideas no caen, no se distribuyen, no se comunican, todo en conjunto, es el significado de una falacia mas de tantos inventos humanos con fines organizativos.
En la actualidad parece un despropósito, hablar, reflexionar o hasta incluso pensar sobre si es mejor la democracia, o es preferible otro sistema. En este caso para el ciudadano o ciudadana media, que vive en las grandes metrópolis, no es una discusión menor. Sin datos cuantititavos sobre el tema, puedo afirmar que muchos piensan que es mejor que los militares tengan el control, por una cuestión de seguridad. Demás esta decir que es muy preocupante que en donde hay mayor concentración demográfica, se piense de esta forma.
Este es el punto, la esencia de la democracia, no es más que una idea. Idea que liberaliza, idea que es igualitaria, idea que permite y omite ciertas transgresiones morales. En conjunto, el ser democrático, es una ficción, como aquella figura del ser revolucionario. No hay nada en ella, si tomamos lo formalmente constituido. Y el problema nuevamente recae, no ya en el sistema en si mismo, sino en su insumo principal: la razón humana.
La democracia argentina, tiene una particularidad importante, ya que permite que a través de la razón tengamos, no ya un gobierno de todos, o de la mayoría, sino el gobierno de los peores, de las elites conspiradoras, y de la lógica utilitarista de cambiar todo a favor de la conveniencia personal.
El pensamiento racional, nos indica que es bueno poder debatir, opinar e informarnos, pero el medio por el cual lo hacemos, responde a principios totalitarios comprobables, y a una lógica de mercado. Existe mayor demanda para cierto tipo de informaciones, y la oferta se ajusta hasta alcanzar el equilibrio, y el precio que pagamos, es beneficioso al corto plazo, pero al largo plazo, el precio es incalculable, pues nuestra memoria ha sido interrumpida.
La generación de la que formo parte, nació en democracia, pero con un gen fascista, que imposibilita plantearnos cuales son los caminos mas aceptables para recuperar no ya el sistema, sino la decencia política, y la tolerancia.
En mi opinión, el vacío intergeneracional, nos lleva a no poder construir una cultura política sino a partir de modelos fracasados. El problema es mucho mayor, cuando en la actualidad, ya no sentirnos esa falta de representación política, sino cuando sentimos de que estamos mal representados.
En resumen, la falta de representación, es consecuencia de la mala representación, así como la especulación financiera es consecuencia de la inflación y no viceversa como nos quisieron hacer creer. Y esto genera un peligro importante; a saber, que a la mínima debilidad de un gobierno instituido, todos podemos tomar rienda del asunto, y creemos que encontramos lideres o referentes en los que podemos delegar nuestros derechos y libertades.
Nuestro escenario actual, se corresponde, con dos cuestiones, el que gobierna teme la misma esencia de la democracia, que es sencillamente, la multiplicidad de polos de poder, entonces su tarea es concentrar el máximo de poder político posible. Y las minorías oponentes, denuncian, y capitalizan los errores del gobierno instituido. ¿Quienes proponen, planifican, construyen, lideran, recuperan la decencia política, la ética del servicio público y la tolerancia que tanto cuesta? Por lo menos la generación gobernante no lo hace. Pero lo más preocupante, es que en la piedra fundamental para recuperar los valores de una democracia perfectible, como la escuela y la familia, tampoco se hace nada. Y el tiempo se diluye, mientras esperamos más cambios, pero sin rumbos precisos y positivos.
*Emanuel Soberon
Lic. en Ciencia Política, UCC
Dipl. En Ciencias Sociales, UCC
Estudiante del Master en Administración Pública. UBA. FCE
martes, noviembre 04, 2008
¿Una Democracia para todos?.
a la/s 3:19 p. m.
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10 comentarios:
Muy bueno el artículo..lo que hay que tener en cuenta, es que cada vez que nos defraudan mas los políticas, menos ganas de comprometernos nos transmiten.
Aunque somos nosotros los encargados de cambiar el rumbo a esta política, pobre de ideas y de convicciones. Ojalá, se vuelva a los ideales de antes,y que los objetivos sea crecer como Nacion...sin perjudicar al del lado.
Esper no haber flasheado demasiado.
Suert
" Y el tiempo se diluye, mientras esperamos más cambios, pero sin rumbos precisos y positivos." Las últimas 5 palabras no hacen mas que tocar la sensibilidad politíca y fomentar el ánimo participativo de cada uno, sentimientos que en un parpadeo desaparecen, olvidandonos de las reflexiones que provocó la lectura y volvemos a la inercia y en un tiempo donde la manipulación de ideologías opaca las ideas, la pasividad de dejar que otro se ocupe nos invade y lo unico que atinamos a decir es "basta"..Pero ni vos, ni yo hacemos mas que pretender cambios, esperar mesias, mientras falsos heroes, nuevos "caudillos" manejan la opinión de los que no saben opinar
Angelica Natella
Hablar de sistema democratico provoca primeramente averiguar de que se trata
angelica: in cre i ble, preciso y rotundo. zaraza y mas zaraza, la acción? bien gracias.
Lucas Aibar
Como autor del articulo me gustaria contestar, a quien con su comentario anònimo, dijo que hablar de sistema democratico implica saber de que se trata.
para no extenderme en el asunto, simplemente digo que lea bien el articulo, o lea mas sobre cuestiones que son relevantes para participar de este espacio, o en ultima instancia le puedo recomendar algunos libros de autores latinoamericanos, norteamericanops y europeos para que aprenda sobre sistemas democraticos pero creo que puede ser en vano, pues sino entendiò el articulo tampoco, entendera los libros.
Emanuel
e
Hola gente, la verdad que esta bueno el artículo, aunque te diría Emanuel que no te enojes con el del comentario anónimo, en algún lugar me paso algo similar en el sentido de perder el eje, de no interpretar si es un diagnostico, un reproche o que. Luego de sacudirme las telarañas de los sesos, coincido en algunas cosas como creo que coincidirá la gran mayoría. Un abrazo.
nico zavaleta.
Los felicito por el articulo muy bueno,pero me dio la sensación espero q errónea de q es medio opositor a la actual gestión.Seria bueno que tambien dijeras sobre el rol de la oposicion Argentina q tambien deja mucho q desear por su gran contradiccion ideologica y politica.Las corporaciones agrarias no son para nada democraticas y aca no las nombras.Como ya te dije al comienzo igual es una nota muy buena, una cosa no quita la otra.
un abrazo
Estoy de acuerdo con el Sr. Anónimo:
"Hablar de sistema democratico provoca primeramente averiguar de que se trata"
Y me permito decirle, háganos el favor de cumplir su postulado.
Saludos para Emanuel
Muy buen articulo, felicitaciones, la verdad la decencia en la politica creo que se perdio,pero hay jovenes con buenas pretenciones a futuro que desean recuperarla.Recordemos que la politica es un arte pura,lo que hace de ella impura es la falta de decencia de gobernantes y el individualismo que ronda en por desgracia en nuestro pais.
La Esperanza somos nosotros los jovenes,no dejemos que la manzana podrida nos contamine,tenemos tiempo para luchar y tratar de superarnos.
un saludo muy atte.
Me gusto el articulo... pero pero pero... creo que tampoco hay que ser ingenuos... quizás nos gustaría que la política fuera un arte puro, pero la realidad da cuenta de que no lo es, la política es meterse en el barro, en la misma mierda (si me permiten lo grosero de la expresión) por lo tanto, esta bueno, no perder de vista esto, y tener una visión mas real de ella. No digo ser conformista, o resignarse... no no, pero sacarnos esa visión idealizada de que una vez que se llega al poder todo es posible de manera limpia y transparente... que solo basta con unos lindos ideales y unas fuertes convicciones... Porque desde esa mirada idealizada, ingenua diría yo, nos podríamos pasar la vida criticando a los distintos gobiernos... y quizás, se nos pasan por alto, algunas cosas que si valen la pena,y que si van a quedar para la historia.
Maria Giorello
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